Odio las marchas y contra marchas políticas en un mismo día.
Odio que la gente borre con el codo lo que escribió con la mano.
Odio que mi amiga DL tenga tanta cantidad de pelo mientras yo tengo cinco chusas, divinas, pero solo cinco.
Odio ir parada en el colectivo (78), desde Ballester hasta Chacarita.
Odio que mamá me diga: “Yo te lo dije”.
Odio a todas las mujeres que saben llevar esos tremendos tacos de más de 7 cm.
Odio a los hombres que usan pulseritas de “oro”, es lo menos.
Odio que en la mayoría de las reuniones familiares algún tío/a me pregunte: ¿“Y vos no pensas casarte?”, por Diossssssssssss si ni siquiera tengo novio!
Odio que me caguen el horario del break en el trabajo.
Odio haberme enamorado de la persona equivocada.
Odio saber que el también odia que me haya enamorado de el.
Odio a Cristina Fernandez de K. y su soberbia.
Odio no haber querido aprender a tocar la guitarra, aun así cuando yo pedí que me la regalen (diciembre de 1986).
Odio las vacaciones de invierno con tanto evento infantil en la calle corrientes, es cuando mas laburo tengo y las madres, tías, madrinas y abuelas se ponen mas insoportables que de costumbre para conseguir una entrada lo mas adelante posible, acaso no saben que los nenes salen con tortícolis si están en la fila uno? Y encima mas de uno se asusta cuando ve tremendo tamaño del muñeco (Ej.: Barney) sobre el escenario. (Este “ítem” es catarsis pura, sorry no pude evitarlo)
Odio no poder hacer lo que quiero cuando quiero.
Odio seguir extrañando a mi amiga Flora (A).
Odio haberme olvidado la maldita bufanda verde en el asiento trasero de tu auto.
Odio al flaco que toca la gaita en el tren de la línea Mitre (me deja sorda)
Odio a mi maestra (Rosita cara de culo) de segundo grado, porque no me dejaba ir al baño en el medio de la clase y más de una vez me hice encima, me traumo.
Odio que le digan “velcro” al abrojo, no jodamos! Toda la vida se le dijo abrojo.
Odio que me den una cucharita para untar la mermelada, es incomodísimo.
Odio que el viaje de Javi a la madre patria no tenga fecha de vencimiento.
Odio que cada vez que me tildo en el medio de una conversación DL le eche la culpa al cannabis que fumo y me recuerde que estoy grande.
Y en el puesto numero 1…
No hay nada que odie mas en estos tiempos que corren, que a los adolescentes cuando viajan en cualquier medio de transporte y escuchan esa cumbia espantosa en el celular mas moderno a todo volumen, y lo peor es que si hay mas de uno hacen “competencia” a ver quien es el más banana, quien tiene el mejor celular con la ultima cumbia o reggaeton de moda. Los odioooo! Hijos de puta!! Pónganse los auriculares, yo NO quiero escuchar esa “música”!!!
¡¡Amén!!
Y como dije en Ninja Mental I, seguiría con mi lista pero mi mamá siempre me recuerda que odiar hace mal…
p/d: Gracias Carolis por el aporte del primer odio.
p/d2: Sí, mi maestra de segundo grado, la yegua, se llamaba Rosita. Nada original, lo sé.