Revolución en estéreo

Estoy en el trabajo, viernes por la mañana, no logro concentrarme, estoy triste, no quiero estar acá. Estoy cansada y no puedo parar.
En estos últimos días a mí alrededor pasaron y pasan cosas feas, y yo no puedo hacer nada, me siento impotente. A veces creo que la gente no ve lo mismo que yo.
Me siento como una hormiguita en el medio de plaza San Martín, donde todos pasan rápido y sin contemplar demasiado la belleza que hay en ese lugar; Los árboles, los pájaros, la bandera Argentina que flamea a lo alto y se mezcla con el cielo y que a los edificios grises les da vida, el color verde puro del césped, el sol (cuando esta) que hace reflejo en las baldosas (y me deja encandilada, sin poder ver)
En plaza San Martín pasan esas cosas y mucho más. Hoy me siento esa hormiga que transita por ese verde puro y que no sabe si mañana la pueden aplastar o dejar renga.
Me canse de TODO y de TODOS, quiero volver a tener parte de la vida que tenia y la otra parte es la que deseo tener y no existe.
Pasan los días y todo sigue igual pero distinto, yo estoy distinta (pero igual), cada vez más sola, cada vez menos, cada vez más triste, cada vez más cambiante.
Pasan los días al igual que la gente…
Simplemente eso, pasan.



(Escrito por mí en horario laboral con una angustia que me invadió

sin avisar y con mil lágrimas que mojaron la hoja)

Vacio sideral.

Paren el tren que me quiero bajar now!