…Lo que es un tanto complicado, es volver a jugar al equilibrista; ya no me divierte, veces anteriores no llegue al otro lado de la soga sana y salva, me caí y no había ninguna red, nada que me sostenga para que el golpe no fuera tan duro, me di lisa y llanamente contra el barro, dolió, y mucho, aprendí, me levante, pero mientras tanto tenia a mi costado un payaso que me confundía, y en vez de ayudarme a levantar, no hacia mas que empujar para abajo, suficiente para mi. Suficiente para aprender que no es sano intentar cruzar en puntas de pie por un terreno que puede ser de cualquiera, menos mio, y encima por momentos parece estar contaminado. Por eso también me atrevo a decir(te) que no, porque no es tan difícil como pensaba.
Ahora entiendo porque cuando era chiquita no me gustaba ir al circo pero iba igual, los payasos me parecían ridículos y me daban pánico, los equilibristas me parecían inverosímiles, fríos y calculadores, los malabaristas me aburrían rápido, y algunos animales que formaban parte de ese circo, me daban lastima. Sin embargo, yo no decía que no cada vez que mis papas o mis abuelos me querían llevar al circo, no me resistía, simplemente me agarraba fuerte de sus manos y confiaba en que no me dejarían sola frente a toda esa escena que me producía pánico, entre otras cosas.
Ahora creo que entiendo todo…
Crecí, y al circo vuelvo solita…
Masoquista yo??
NOTA: Una vez, una amiga muy inteligente que tengo, me dijo: “la incondicionalidad es ma-ra-vi-llo-sa, pero es INDISPENSABLE que sea recíproca”
Creo que la única incondicionalidad recíproca y real que existe, es la de la familia y la de unos pocos amigos.
8 comentarios:
Cuanta razón tiene tu amiga...
Ja! Como te gusta saber que tenias razon ehhh!!!
Siempre me gusta.
Conoces la historia entera, no creo que el sujeto tácito tenga que contarte nada.
Excelente analogia...
La felicito, me gusto.
Saludos!
Es así, la vida es un circo, y cada vez cuesta más encontrar gente incondicional, hasta en la misma familia.
Aunque también esa incondicionalidad hay que saber alimentarla.
Besos.
Mauretra! Que bueno que me siga visitando, es un honor para mi.
Saludos!
Eric amoroso!
Sos todo!
Abrazo!
Dal... no, no hace falte que el sujeto tacito me diga nada, lo sé.
Besos.
Faaa, un honor, me parece que esta exagerando. jeje
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