Un poco de bronca y mucha tristeza, otro poco de humillación y algo de resignación.
Sigo sin entender algunas cuestiones que se repiten, no entiendo el porque insisten en aparecer, me alborotan, me ahogan, me apenan.
Las posibilidades se equivocaran de camino? O yo me aleje lo suficiente como para no ver? Se perdió tiempo? Eso me agobia, pero a veces comienzo a preguntarme ¿Que es el tiempo?, ¿Realmente existe?. Pensando y preguntándome, quedo sin respuestas o se me ocurren miles y ahí vuelve el laberinto confuso sin salida.
Con el alma desencajada, la mente titila, avisa que se esta quedando sin batería, se apaga.