domingo, 27 de abril de 2008

En el bote

Estoy en un bote hace rato, remando a mas no poder, como nunca. No se si estoy en el medio del océano pacifico o atlántico, pero a mi alrededor solo hay agua, a veces turbia y a veces clara. Y remo y remo y nunca llego a ningún lado, quizás me choco con una isla mas bien chica, donde me reciben, me atienden, me dan fruta, me dejan descansar para luego empujarme al océano nuevamente sin preguntar.
Y vuelvo a remar, y encuentro una piedra, la observo, la toco y luego encuentro como esquivarla o saltarla para luego seguir remando.
La nada misma al mi alrededor, y pienso, y remo, y me mareo.
Me puedo encontrar también con una montaña, donde elijo treparla y conocerla. Donde encuentro un poco de música, árboles, sombras, pájaros y brisa. Sigo un camino, el único que hay, me conduce al bote nuevamente… para seguir remando. Pero los brazos comienzan a cansarse, y el cuerpo duele. La mente elije descansar, suelto los remos, los dejo caer, comienza el rumbo a la deriva, me acuesto en el bote y elijo no pensar, solo pedirle al cielo que lo que quiero sea ya, eso es que me vengas a buscar para remar conmigo, llegar a la orilla juntos y habitar.


martes, 22 de abril de 2008

Sesiones extremas

Poco a poco las cosas se van desdibujando entre la oscuridad y el placer, la respiración de el y la boca de ella, sus palabras y sus manos. Los minutos se hacen horas y estas desaparecen cuando todo es piel cuando nada es demasiado, cuando quieren cada vez más y más, cuando los cuerpos dejan de serlo para elevarse mas allá, al extremo sin cordura, sin prejuicios, sin reparo y sin guión.
Son fantasías cumplidas, son momentos irrepetibles. Son almas negras y puras en conexión plena. Son piel en contacto sin nada ni nadie en el medio, solamente su piel y la de ella saben como tocarse, como encajarse.
El se entrega como si mañana lo fueran a matar, no piensa, no duda, y habla solo cuando es necesario, cuando el placer no entra en su cuerpo...
Ella no encuentra en su historial sexual un hombre con su nombre, un hombre tan plantado y tan expuesto, un hombre tan entregado al sexo.
Su querer por ella es tan real como ese sexo suyo que crece al sólo contacto de una mano que empieza a soltarse, reiterando vértigos que nunca han dejado de existir
Ella quiere llevarlo sutilmente al grado más alto de excitación y tiene miedo .Su boca conoce cada centímetro de su cuerpo, desde los pies a la cabeza literalmente.
El cuerpo de él conoce las huellas como el árbol a sus ramas, y en ese momento no son dos, son un todo.
El logra sacar la otra mujer que ella lleva en lo mas profundo, la más sexual, la más intuitiva (porque sabe donde tiene que ir, donde tocar, y donde tiene que besar) Eso la lleva a lugares extremos donde no hay caminos, solo caminantes que rozan sus pieles y mientras la vida pasa ellos siguen caminando.
Y la noche pasa y no dejan de sentirse, de tocarse. Se entrelazan una y otra vez.

Y de repente el silencio acapara los cuerpos, el ambiente, y un cigarrillo su humo y el silencio, eran protagonistas reales.
Cuando comienza el fin, todo se ve mas claro, todo mas real, y los dibujos vuelven a su forma, la respiración a su normalidad, el placer queda en el aire y a su alrededor solo las sombras que fueron, que vieron llegar.
Es un juego de placer intenso, muy interno, muy íntimo.
Y cada dia que pasa el placer es más, es mutuo, es uno. Las miradas cada vez más fijas e idas por completo. Los olores son tibios, claros, la piel es la más suave que se puedan imaginar, sus manos y sus bocas saben de eso. Se transportan a un lugar que solo él y ella conocen y que de vez en cuando se pierden…



domingo, 13 de abril de 2008

Amor bajo tierra

Este cartelito esta pegado en una ventanilla del subte de la linea B.

Lo encontre un lunes a las 8:30 de la matina mientras iba toda apretujada

en el medio de la masa para llegar al trabajo .

Para el amor hay lugar en todas partes, si no miren...

martes, 1 de abril de 2008

Vos allá y yo acá

Yo adoraba tu gran sentido del humor. Tu aparente soltura por entre los demás. Un ser indefinido de gestos y de tonos, de cambios de carácter y de escondida ternura.
Yo adoraba tus silencios tan elocuentes en un idioma sideral.
Yo adoraba que me cuides, que me beses...
Yo adoraba tus carcajadas.
Era un hermoso todo compartido.
Y un día te fuiste con lo mismo que habías llegado, atemporal amante y hombre a solas.
Cuando dejaste de estar el aire que respiraba era desparejo. Vivir de tus recuerdos era mejor que no haberlos tenido.
Cada vez que regresaba al lugar aquel con tu todo en mi nada, me dejaba estar y me acunaba en el vacio de ese instante absoluto.
Tu ausencia regalo a mi vida esa soledad impenetrable en donde se asomaron otros hombres creyendo que me habían poseído. Y así los vi partir, después de tratar de descubrirte en ellos. Seguía con vos a través de tu pausada persistencia de quedarte flotando en el aire, en el misterio, en las canciones, en los ruidos y en mis oídos.

Hoy 1 de abril de 2008, después de cuatro años de tu partida, estoy con vos pero desde otro lugar. Puedo decir y afirmar que esta historia se cerró, se termino. Por que vos estas allá y yo aca. Porque decidí volver a amar sin mirar atrás.